Te esperé en mi vientre
mucho más que nueves meses,
desde niña fui tu madre.
Construí tu cuna de arcoíris,
te nombre rey de mis sueños
y quise ser ruiseñor por ti.
Respondías a mis cantos,
a mis caricias, a mis suspiros
meciéndote como los ángeles.
En dos semanas, tus manos
se aferrarían a mis dedos
y yo siempre las guiaría.
Nuestra primavera se secó.
Y, aunque mi carne era tu carne,
ya no latías dentro de mí,
ya no eras dulce aurora.
Y esbozando tu invisible
sonrisa, alumbré cegada
a la amarga Muerte.
Y, en un día, derramé
todas las lágrimas
que no lloraste en vida.
Y, en una noche, ahogué
en mi leche al olvido.
Nunca dejaré de amarte.
By: Zoraida Sánchez Mateos
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Acerca de Zoraida
Posee el doctorado en "Español: Lingüística, Literatura y Comunicación" de la Universidad de Valladolid. Ha realizado el Grado en Lengua y Literatura española (UAB) y el Máster de estudios filológicos superiores (UVA). Además, cuenta con dos posgrados: "Experto en Humanidades Digitales" (UNED) y "Diseño y gestión de proyectos elearning" (UOC).
Gran parte del contenido del blog es de autoría propia y, por tanto, los derechos de propiedad intelectual de su contenido y de sus imágenes están reservados exclusivamente a su creadora. Los diversos elementos que conforman las entradas solo se podrá compartir reconociendo sus derechos morales y sin obtener ningún tipo de beneficio económico por ello.